martes, 17 de febrero de 2009

ESCRITO POR...

Katharine Hepburn

Una mañana, Bob y yo estábamos tomando el desayuno en el comedor, al otro lado del vestíbulo. Entramos a ver como estaba papá y vimos que parecía que estaba abandonando serenamente el mundo. Sonrió, nos miró y, despacio, dejó de respirar. Su barbilla cayó. Cerró los ojos.. Se había ido, simplemente. Bob y yo nos quedamos sentados allí. Papá había sido un hombre notable, fuerte , definido, resistente y ameno.
(Yo misma)

No hay comentarios: